Manifiesto del Partido Comunista
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Manifiesto del Partido Comunista (en alemán, Manifest der kommunistischen Partei) Declaración de principios y objetivos del marxismo.
Publicada en Londres, poco antes de la Revolución de 1848 de París.
Escrito por Karl Marx en colaboración con Friedrich Engels,
Está dividido en cuatro partes, precedidas de una introducción. |
En la primera parte, Marx, siguiendo el discurso filosófico de Georg Wilhelm Friedrich Hegel basado en la sucesiva superación de contradicciones entre tesis y antítesis a través de respectivas síntesis, traza las líneas generales de su teoría del devenir histórico y profetiza el fin de la explotación de unas clases por otras. Identifica la lucha de clases como el motor primario de la historia, describe el mundo moderno como escenario de una confrontación trágica y sangrienta entre la burguesía dirigente (la clase capitalista opresora) y el proletariado (la clase trabajadora oprimida). |
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Movida por la lógica del capitalismo de buscar beneficios cada vez mayores, la burguesía revoluciona de forma constante los medios de producción económica, punto de apoyo de la historia, y al hacerlo, pone de forma inconsciente en movimiento fuerzas sociohistóricas que ya no puede controlar, creando con esto la clase destinada a poner fin a su poder: el proletariado. Según el Manifiesto, a medida que éste vaya creciendo en número y en conciencia política, el intenso antagonismo de clases originará una revolución y la inevitable derrota de la burguesía.
En la segunda parte, Marx considera a los comunistas aliados y vanguardia del proletariado y hace hincapié en la necesidad de abolir la propiedad privada, cambio fundamental en la existencia material que desenmascara la cultura burguesa, expresión ideológica del capitalismo. Tras la revolución, la producción económica estará en manos del Estado, o sea, del proletariado organizado como clase dirigente, con lo que la distinción de clases empezará a desaparecer debido a la desaparición misma de la propiedad y de la división social del trabajo.
La tercera parte, que critica varias corrientes socialistas de la época es pone de manifiesto la formidable capacidad crítica y polémica del autor.
La última parte, que compara la táctica comunista con la de otros partidos europeos de la oposición, termina con una contundente llamada a la unidad: “¡Proletarios de todo el mundo, uníos!”
Lenin escribió, “este pequeño libro vale por tomos enteros; su espíritu de vida y movimiento, hasta nuestro días, a todo el proletariado organizado y combatiente del mundo civilizado”
El Manifiesto constituye la presentación más concisa y expresiva, hasta resultar de gran belleza literaria en opinión de numerosos autores (André Gide, André Malraux y Noam Chomsky, entre otros nombres) de la visión materialista que Marx tenía de la Historia. De ahí que, a pesar del poco efecto inmediato que tuvo en su momento, se convirtiera con posterioridad en el documento más influyente para la formación y consolidación de dos de las ideologías políticas más influyentes desde entonces: el socialismo y el comunismo.
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